S5. Investigación Documental
Actividad 2. Análisis y abstracción de información
Según registros históricos encontrados en la literatura, mencionan
que antes de la llegada de los españoles a territorio de América esta era
saludable, a pesar que en la mayoría estaban densamente pobladas.
Los primeros datos de la enfermedad por infecciones de
Fiebre Manchada de las Montañas Rocosas (FMRR)[1],
fueron presentados por primera vez en Estados Unidos a inicios del siglo
pasado, fue llamada de esta forma, ya que esta se presentaba comúnmente en la
cordillera del oeste del norte de Estados Unidos de América. Los patólogos
Wilson y Chowning fueron los primeros en investigar la enfermedad [1] a partir
de la realización de necropsias a personas que resultaron infectados. En sus
estudios describieron una falla en los capilares sanguíneos asociados a la
infección con parásitos intra-eritrocitarios [2-3].
En 1906 el patólogo Howard Taylor Ricketts, planifico una
serie de experimentos los cuales le valió el respeto de la comunidad científica
de aquella época, por tal motivo es que dicha enfermedad lleva su nombre. Logro
reproducir experimentalmente la enfermedad en monos con el cual pudo demostrar
que la transmisión de la enfermedad es por medio de la mordedura de la
garrapata del pacifico (Dermacentor
occidentalis). En esos mismos experimentos pudo comprobar la inmunidad que
adquiría el animal después del ataque infeccioso, así mismo que esta era
transmitida de manera transovarial [4,5]. En esa época también se reportaron
casos en varios países de américa, entre los que se encuentran Brasil y México,
siendo estos tres países en los cuales se ha presentado más incidencia de la
enfermedad.
En México concretamente se obtuvieron datos entre los
años de 1910 y 1940, por razones que se desconocen no se cuenta con información
de que se hayan presentado casos por un largo periodo de tiempo, ya que
históricamente se tienen registros de casos a partir del año 2000 [6], y estos
correspondían a los estados de Coahuila, San Luis Potosí, Sinaloa y Sonora,
posteriormente desde el año de 1985 se han reportado anualmente la presencia de
esta enfermedad en los estados de Yucatán, Jalisco y toda la zona norte del
país [7].
La Fiebre Manchada debido a Rickettsia rickettsii es una
enfermedad transmitida por la mordedura de la garrapata Rhipicephalus
Sanguineus, que son animales artrópodos hematófagos a diferentes mamíferos que
actúan como huéspedes, entre los que se encuentran los seres humanos.
“La rickettsiosis es una infección causada por una
bacteria gram-negativa, que pertenece a la familia de la Rickettsiaceae. Son
intracelulares obligados y existen varias especies patógenas para el hombre”
[9].
Es un padecimiento
febril Exantemático agudo caracterizado por una vasculitis con infiltrado
perivascular linfocitario y gran variedad de signos y síntomas, capaz de
producir episodios severos y letales si no es tratada oportunamente [5]. Es
considerada la más letal den grupo de fiebres manchadas [8].
Producen cuadros clínicos de gravedad variable y con
complicaciones médicas letales si no se diagnostica acertadamente y si no se
inicia el tratamiento de inmediato [10]. Entre los síntomas principales es
frecuente que se incluya una tríada de fiebre, cefalea y erupción cutánea, pero
también se puede presentar fotofobia, exantema maculopapular o vesiculopapular,
mialgias, artralgias, alteraciones neuronales, nauseas, vómitos y en casos más
severos se pueden presentar procesos
hepáticos, derrames alveolares, fallas orgánicas, hemorragias internas y muerte
[9] Según los datos epidemiológicos con los que se cuenta, esta enfermedad se
puede presentar en cualquier grupo de edad, pero en los casos reportados se
puede observar que la mayoría de los casos se presentan en pacientes
pediátricos entre 5 y 9 años [8]. Es de gran importancia recalcar que en
algunas regiones en las cuales se han presentado emergencias de brotes
epidémicos, están relacionadas con condiciones de rezago social como la
pobreza, deterioro ambiental y limitada educación, exponiendo a esta población
vulnerable a un mayor riesgo de contraer la enfermedad y con resultados
fatales.
En México para el año 2016, existían 43.9 millones de
personas en pobreza modera y 9.4 millones en pobreza extrema [Coneval
2010-2016]. Las comunidades con un bajo índice de desarrollo humano, donde la
pobreza y las malas condiciones higiénicas están presentes, regularmente tienen
un alto grado de marginación, así como viviendas sin servicios sanitarios y un
nivel de hacinamiento elevado, que son considerados como factores de riesgo
para adquirir una zoonosis, ya que promueven el contacto frecuente con las
garrapatas.
Según datos del CONEVAL, en el estudio Medición de
Pobreza, Estados Unidos Mexicanos 2010-2016, en el estado de Sonora existen
367.2 mil sonorenses con rezago educativo, 438.3 mil con carencia por acceso a
los servicios de salud, 1,229.4 mil con carencia por acceso a la seguridad
social, 283.5 mil con carencia por calidad y espacios en la vivienda, 290.1 mil
con carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda (electricidad,
agua potable, drenaje) [11]. Cuenta con una población de 75.3 mil habitantes en
situación de extrema pobreza y 756.1 en situación de pobreza moderada.
Debido a las características climatológicas como el
calentamiento global, epidemiológicas, socioeconómicas y culturales de los
diferentes estados de la república mexicana [7], han sido los precursores para
que las garrapatas hayan modificado su comportamiento de alimentación y
reproducción, que por un lado dichos cambios han ocasionado que haya un aumento en los ataques a humanos, y
por otro ha favorecido que se incremente la población de garrapatas en áreas
endémicas así como en otras en las cuales no se había identificado su presencia
[6].
Es importante recalcar, que el vector, en este caso en
particular la garrapata, puede estar presente en la comunidad sin importar si
hay perros, ya que la garrapata puede vivir entre 2 y 6 años fuera del cuerpo
de sus huéspedes.
La incidencia de Rickettsiosis ha venido aumentando en
los últimos años, las causas de este aumento parecer estar relacionados con una
mayor presencia de los vectores así como un mayor acercamiento del hombre a los
mismos debido a condiciones insalubres e inclusive por desconocimiento del
papel transmisor de enfermedades.
Diversos estudios han resaltado la importancia que tiene
la falta de conocimiento de esta enfermedad por parte del personal de salud,
así mismo como el de la población. En [8] menciona que el 90% de los niños que
son atendidos en el Hospital Infantil del Estado (HIES) han recibido 2
consultas previas antes de determinar el problema real, y 3 de cada 4 pacientes
fue diagnosticado y tratado como un caso de faringitis aguda infecciosa, a los
cuales se les dio el tratamiento correspondiente a dicho padecimiento sin tener
mejoría, por lo cual reingresan al nosocomio para la búsqueda del padecimiento
real. De igual forma puede ser confundida con algún otro padecimiento
transmitido por vector como dengue, leptospirosis, entre otras. Esto conlleva
el retraso en el diagnóstico y tratamiento temprano, es de gran importancia que
el paciente sea tratado con el fármaco especifico doxiciclina, para esta
patología a la brevedad posible dentro de los primeros 3 días después de la
infección ya que de no hacerlo puede provocar que los pacientes entren en una
inestabilidad hemodinámica y metabólica, falla orgánica ocasionando la muerte.
Por tal motivo se puede explicar las cifras de mortalidad tan elevadas que se
presentan en el estado.
Es de suma importancia atacar los factores de riesgo que
se presentan en la población, esto por medio de la Promoción de la Salud, la
cual es la función central de la salud pública, coadyuva a los esfuerzos
invertidos para afrontar enfermedades transmitibles y no transmitibles y otras
amenazas para la salud [13].
La Promoción de la Salud es la encargada de facilitar a
la población los medios necesarios para ejercer un mayor control sobre los determinantes
de salud y mejorarla. No solo abarca las acciones dirigidas a fortalecer las
habilidades y capacidades de los individuos, sino aquellas dirigidas a
modificar las condiciones sociales, ambientales y económicas, contribuyendo a
que las personas incrementen el control sobre los determinantes de su salud
[14].
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) define
los determinantes sociales de la salud como; aquellas circunstancias en que las
personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de
salud. Estas circunstancias son el resultado de la distribución del dinero, el
poder y los recursos a nivel mundial nacional y local. Que depende a su vez de
las políticas públicas adoptadas.
Los determinantes sociales de la salud, se pueden
clasificar en positivos y negativos, refiriéndose a los positivos como aquellos
que coadyuvan a mejorar la calidad de vida de las personas y su bienestar
funcional [15]. Son determinantes negativos aquellos que perjudican la salud de
la población cambiando la morbilidad y mortalidad que se presenta. El objetivo
principal de la promoción de la salud es favorecer los determinantes positivos
y prevenir o delimitar los negativos. Se ha comprobado que trabajar en ambos
determinantes es efectivo. La efectividad de las acciones impartidas por
promoción de la salud son medidas en base a lo que han aportado a modificar los
determinantes de la salud.
La promoción de la salud es de carácter anticipatorio
[16], es decir, que sus actividades se enfocaran en delimitar o eliminar los
factores de riesgo presentes en la población que los enferma, y promover
actividades que favorezcan la eliminación de estos, esto mediante la
modificación de los determinantes de la salud entre sus habitantes.
La promoción de la salud parte de estas afirmaciones y
trabaja tomando en cuenta el origen de los determinantes, estudiando la forma
en que las personas se exponen a los riesgos, poniendo mayor énfasis en
investigar cómo pueden volverse más resilientes [15], y utilizar los determinantes
positivos para impulsar la salud.
La población al realizar modificaciones en sus entornos y
forma de afrontar los determinantes de la salud, se verá reflejado en su
calidad de vida y en su bienestar. Por
tal motivo se puede concluir que dedicar esfuerzos en la promoción de la salud
puede producir un mayor beneficio en la salud, así mismo como disminuir los
gastos que se estén generando para la atención de las enfermedades [15].
Para lograr lo anteriormente mencionado, es necesario que
se fortalezca la acción comunitaria, es decir, que se debe de trabajar en
conjunto el personal de promoción de la salud con la población afectada. Con lo
cual se crearan nuevas estrategias o se innovaran las ya existentes para
fortalecer y hacer eficientes las prácticas que han mostrado su efectividad en
la población.
Para lograr la correcta aplicación de las acciones que se
generen dentro de promoción de la salud con la población, es de vital
importancia la educación para la salud (EPS), a través de la cual se desarrollan
competencias en salud. La EPS proporciona información y las herramientas
necesarias para mejorar los conocimientos, habilidades y competencias
necesarias para mejorar la calidad de vida, ya que genera alternativas para la
población con lo cual puedan tener un mayor control sobre su salud y el
ambiente. Además ayudara a las personas para que estén preparados para las
diferentes etapas de sus vidas afronten con más recursos las enfermedades,
lesiones y secuelas.
[1]
En el resto del manuscrito se refiere a Fiebre Manchada por Rickettsia
rickettsii, para estandarizar las diversas denominaciones regionales que recibe
como Fiebre Manchada de las Montañas Rocosas, fiebre manchada de Brasil, entre
otras.
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